Presentación libro Una Historia Fuera de la Historia por Edda Gaviola Artigas

“La posibilidad de retomar la palabra y el gesto pasa por una revisión profunda de nuestra historia de mujeres, revisar práctica y discurso, los fracasos, pero también tomar de la mano nuestras profundas rebeldías y nuestros deseos de cambiar de signos la historia y la vida, aunque no esté de moda en estas sociedades sumergidas en la desmemoria”.

(Edda Gaviola, 2002)

En febrero de 2008, hace casi dos años, cuando una Historia fuera de la Historia aún no veía la luz y compartíamos lo que estaban construyendo Margarita y Andrea, empezamos con Carolina Cabarrús a abrazar la idea que este libro debía llegar a Guatemala y ser presentado.

En lo personal, tenía varios motivos:

En primer lugar, porque el pensamiento radical de Margarita Pisano me constituye y me ha acompañado desde hace mucho tiempo en mi quehacer político.

En segundo lugar, el libro y su gestualidad es en sí un ejercicio de amistad política entre mujeres, amistad despojada de la misoginia históricamente aprendida…affidamento dirían las italianas, complicidad profunda dijimos a principios de los 90, pues se trata de una amistad significada en la horizontalidad, sin la lógica de poder, dominio u odio entre nosotras. Por último, imaginarnos una propuesta civilizatoria desde la experiencia de ser mujeres, es un desafío para todas.

Las palabras honestas necesariamente tienen que ir acompañadas de gestualidades coherentes, no muecas intrascendentes. Discurso y práctica van de la mano comprometida y cuando no es así, lo sabemos, lo intuimos, lo rechazamos.

Después de leer Una Historia Fuera dela Historia, de reconocer/reconocerme en esta Biografía Política que entrecruza y señala los derroteros del movimiento feminista latinoamericano y, en lo particular, de haber transitado y vuelto a andar en algunas de esas historias, afirmo que Margarita Pisano en este libro nos reitera una invitación a encontrar y afirmarnos a nuestras profundas rebeldías y proyectarlas desde la voluntad política del ser y existir mujeres, construyendo un lugar diferente para pensar/pensarnos constructoras de de nuevas formas civilizatorias, desde un pensamiento que no acepta los “planos inclinados”, ni los deseos del otro agazapados en la feminidad/masculinidad, como un todo.

Es una invitación a construir nuevos horizontes desde nuestra corporeidad de mujeres y en colectivos claramente delimitados y definidos que sean capaces de subvertir lo real y abrir un mundo de nuevas posibilidades. Sólo cuestionando lo existente que desde afuera se observa podremos afirmar: aquí yo ejerzo mi ser libre y la posibilidad de reinventar los caminos.

Así, Margarita Pisano nos insta a encaramarnos al “balcón del asombro” o mirar/analizar “desde la otra esquina” o a construir nuestra propia política desde el “afuera” y me atrevo a decir que para poder hacerlo es necesario haber visto o imaginado la “curvatura de la Tierra”, saber que existe y que es posible llegar a ella. Margarita, nos desafía a tomar con valentía y energía el camino de la experiencia histórica concreta de lo que significa ser mujer en este mundo: extranjera, extraña en un mundo ajeno y enfermo y transitar del resentimiento a la rebeldía, asumiendo el desprendimiento y  tomando de la mano y con complicidad a la insolencia,  única estrategia política posible frente a tanta hipocresía.

Una Historia fuera dela Historiaes una construcción comprometida y no neutra: “la desmemoria  con su descorporalización a cuestas, es parte del círculo vicioso de las prácticas feministas y de sus liderazgos nunca legitimados”- nos dice Margarita. O como señala Andrea,  “este libro no relata una historia objetiva y justamente en ello radica su valor. La objetividad es una falsa pretensión patriarcal. No hay palabra neutra o inocente. Las historias oficiales que circulan con aspiraciones de objetividad, no hacen más que encubrir el lugar ideológico de donde se analiza la realidad y, por ser el lugar legítimo, no necesita ser justificado”.

“Toda la historia de la lucha por la autodeterminación de las mujeres ha sido ocultada una y otra vez…”, nos recuerda Adrianne Rich.

Entonces, el esfuerzo radica en hacerla visible y darle sentido… Andrea Franulic, en complicidad profunda, nos introduce en el laberinto de esta historia, biografía política, cuestiona, regaña, pregunta, juega con las voces y las contradicciones. Nos devuelve un análisis de discurso audaz y una mirada desde el afuera, que es afinada y valiente. Sorprende su capacidad de leer y entre-leer los discursos hechos, las veces en que resbalamos por el plano inclinado de los no diálogos, nos delimita acertadamente la propuesta del Feminismo Radical dela Diferenciay nos conmina a entender y revisar la historia asumiendo que “las derrotas de nuestras antecesoras tiene mucha más dignidad que las visiones triunfalistas de nuestras contemporáneas”.

Aventurarse a mirar la historia como un gran espejo que nos devuelva lo que hemos sido y lo que somos, nos coloca en la posibilidad de aprehender nuestra memoria y reubicarla en el centro de nuestra definición política e ideológica y de nuestras preocupaciones actuales. Aquí, a mi juicio y parafraseando a una historiadora italiana, se ubica el problema político que atañe a la historiografía feminista, dado que al definir cuales son los requisitos que ponemos para que las mujeres del pasado (aunque sea reciente) emerjan del limbo, se exige precisamente definir nuestra propia imagen, es decir, la legitimación de nuestra propia acción política presente y hacia dónde va encaminada: Será muy distinta la posición, si queremos reciclar-nos o ser autocomplacientes, o si queremos buscar herramientas que nos permitan construir otros caminos genealógicos para transitar.

Y aquí, debo reconocer que mirar/miranos en el espejo del fracaso y de la derrota es muy, pero muy fuerte, remueve hasta los cimientos y te confronta al vacío… y sin embargo es tan profundamente real… que frente a esa realidad sólo tienes dos rutas posibles, o te resignas (y la resignación es hija de la derrota) o ensayas nuevas posibilidades, desde la  porfía más absoluta y con un profundo sentido de desprendimiento.

Aquí no me queda más que decir….Gracias Margarita, por ser tan, pero tan, porfiadamente inteligente, para no resignarte, para seguir PENSANDO con mayúscula e invitarnos a no renunciar, a renovar las complicidades  y a continuar el ensayo que implica vivir la vida con sentido de otra forma de trascendencia.

Desde un territorio político y delimitado de complicidad feminista,

Edda Gaviola Artigas

Guatemala, 25 de septiembre 2009.